jueves, 18 de febrero de 2010

Leo

Leo en el “Muy Interesante”,
a ver si así se enteran los salidos,
que es más afrodisíaco el romanticismo
que el sexo a secas.
Y nos dejen de ver como tarados
para que dejemos de percibirlos
monstruos sífilis.
No nos gustan los malos pasajes,
malos rollos, de un día o de milenios;
dejen de perseguirnos con sus penes enhiestos
cual si quisieran a ellos inmolarnos,
nosotr@s que no pretendemos que cambien
sino que nos dejen tranquil@s.
Cada cual a su sexo.
Pero no debe darles muchas satisfacciones
cuando aguardan embozados fuera de sus lindes
para ver de llevarnos a su terreno.
Yo no invado el tuyo sexo instante,
apártame tu peste,
¿qué te atrae de mis rosas?
¡Si no las consideras naturales,
¿a qué esa perra con rozarse
de su aterciopelado tacto?!
¿Los contrarios se atraen?
Tampoco siempre
y tampoco en esto.
No existiría yo y existo;
no el amarse igual
y se está dando
y se dio a pesar de las persecuciones.
¿No será por cierto maravilla
cuando no se cambia
ni con los tormentos?