lunes, 15 de febrero de 2010

Difícil la ternura de tus ojos

¿Alcanzarla es posible?
Nuestras ramas se tocan
al pasar
el aire entre nosotras,
al pasar del aire que es la vida;
y tu ternura se esconde estremecida
ante mi ternura escondida.
¿De qué tenemos miedo?
Inmóvil cuadro castigado
en la difícil postura de no mirar a nadie
que nadie en él se mire.
No ser visto,
ese peor destino para un cuadro.
Helados pájaros
en sus nidos rotos.
¿De qué tenemos miedo?
¿De encontrarnos los ojos?
De mirar nuestro pánico
en la ajena pupila,
no,
ello nos diría que también ella espera
un algo parecido.
Tememos el silencio cruel
de la espada y su filo
que se asome brillante
burlón y deshumano
diciendo sin palabras
aquello tan temido:
Difícil la ternura de tus ojos.
Alcanzarla, imposible