jueves, 18 de febrero de 2010

La mejor forma de acariciarte toda

La mejor forma de acariciarte toda
es empezar por los oídos
afilando la lengua
como se afinan los pianos
hasta conseguir el más nítido tono
caricias de sonidos,
estéreo digital compact:
acordes con los tiempos los sentidos.
Estemos en la onda en algo.
Pues sí que caro cuesta
el amar a deshora
y sin técnica alguna:
Hacer el indio con estos garabatos
que aspiran a poema en clave de sol
….y sombra, y asombro me producen,
más que a ti,
dolores de cabeza
y otras magulladuras por los pensaderos
de saber si el Yo primero
que fue siempre Amor
se cumple en su segundo Yo,
y venga a ser de ese yo
si ni último primero
al menos el más Amor.

¡¿Será posible que sea tan idiota?!
La mejor forma de acariciarte toda…
¡¿Quién eres tú, soy, somos?!
¡¿Qué es esto que por Amor llamamos
y nos convierte en locos genuinos?!
….Pero sigamos con el concierto en Re-locura.

Palabras de cristal tan frágil,
notas de agua danzarinas.
Se escurren por tu cuello,
escalan tu barbilla,
médula abajo médula arriba
hasta el más íntimo centro.
¡Y allí, clavado!,
el sonido exacto
del decir perfecto.
Rimas y corazón latiendo juntos.
Vida : Versos

Palabras agua,
frágil cristal del sueño,
torres alzándose a la luna
y soberbias cayendo.
Cayendo, levantándose,
surtidor de fervores
aspirando a ser nubes,
algodones de nuevas fantasías.
Cristal de sueño rico en auroras,
puede romperse en mil pedazos
y los mil serán soles
mágicas lunas alumbrando.

Palabras agua.
Cayéndose o callando.
No escarmienta la vida que hace versos,
no escarmientan los versos que hacen vida.

Palabras agua
para asombrar al mundo con su fértil caída,
pues siempre alzándose de ese rompiéndose
en espejismos tantos,
nuevo alimento para la sed
que no sea llanto
sino ballet,
este que gira con míster Chopin
y es él tan Sílfide.

Mas veo, no Amor primero
tu yo segundo, esto que soy,
no tu Amor último,
tampoco al menos tu más Amor,
veo los años como un desierto el sucederse
tras este idilio,
y se me para el ritmo de orquestación,
se me invisibilizan las Sílfides:
ángeles versos ayunando
de nuevo a dieta de pesadillas
hasta que de nuevo cielo y nuevo rostro
descienda la gracia,
pues no enmudecería tu “no” su alma
como mi “ni tu primero ni último ni más Amor”
habrían hecho que enmudecieses
o no escuchases
el stil nuovo que te destilen,
un nuevo Sí resplandeciente
a dos dado,
aunque no de dios venido
por mucho que la Biblia se empeñe en aquello
del “Vendrán a mí de dos en dos”,
como si no fuese más cierto que de cuatro en cuatro
¡y de tropa en tropa! o en tropel.
Pero esa ya no será mi sonrisa arcángel
que la carne espera
sino mueca,
esa boca que tuerce el destino
empeñado en introducir bocas y bocas
donde sólo dos bastan.
….
¿Ya no te gusta mi discurso,
ya no danza la danza
de la irisada espuma
pies de plomo del pesimismo pésimo?
¡Ay pilluela!,
diga usté lo que tema
y sabré a qué atenerme.

Ahora (aparte, para mis reflexiones)
temo que habré de guardarme,
una vez más, del Dios que nos confunde
Amor negándonos,
que seamos Amor pidiéndonos.
Serélo o danzarélo para mí
…. Como los locos genuinos.