jueves, 18 de febrero de 2010

Arte de Amor - Arte Mayor

Arte de Amor
Arte Mayor

¿Quién puede poner
pintura palabra a un rostro,
piedra a una sonrisa,
música a unos ojos?

¿Cuál es el arte,
de quién?
¿El hombre se enamora de lo que pinta,
blasfemo Onán,
o de la Obra de Otro?
Mayúsculo autor
de obra mayúscula.
¿Qué más verso que tú,
airadamente,
sonrientemente,
dulcemente?

Un recreo mirarte
aquí escondida,
detrás de mis gafas o mi nombre
que pueden ser los tuyos,
guapa, guapísima,
o “qué bonico eres”,
si lo prefieres,
que me dijo la gitana aquella.
¡Qué bella!
¿Tú te escondes
detrás de tus gafas
o tu nombre?
¿Tú me pillas?
Yo te sorprendo.
Lo sé.

¿Tú te escondes
sin que sepa lo que estás sintiendo
como en este instante mismo desconoces
lo que siento yo?

Te veo
Y eres más misterio para mí
que las pirámides de Egipto,
¡que toda Alejandría
con sus bibliotecas!,
más misterio que el de los aceleradores de la física.
Te veo.
Y me sobran la relatividad los cuantos
y la torre de Pisa.
Leonardo y su Monna.
Y hasta Pirandello
que ahora mismo leo
no sin risa.

¿Cuál es el arte,
de quién?
¿El hombre se enamora de lo que pinta,
blasfemo Onán,
o de la Obra de Otro?
Mayúsculo autor
de obra mayúscula.

¡Hay que asomarse al Cielo!
-Yo diría a todos los artistas-:
Estar enamorado.
Ningún Arte como éste
te hace soñar el Día del Juicio
¡y que se acabe todo!
QUE TODO DÉ COMIENZO
del modo que lo quiso el Mayúsculo Autor,
DEL MODO QUE QUEREMOS EN EL FONDO.
Quiero que sólo mirarte
sea mi Arte;
quiero que sólo decirte
que me digas.
Como se dicen las coquetas flores,
de aroma a aroma,
de púrpura a violeta,
mandando sus mensajes por la brisa.
No quiero carteros ni cocineros
ni astrónomos,
si sumas en tu Arte, mi Arte,
sumamos,
las galaxias todas
los campos y las villas.
Si hemos llegado a ser como los átomos,
los espíritus,
que soplan donde quieren
y, sin incertidumbres,
todos sabemos dónde están,
¿a qué esperamos para dar el salto,
el gran salto?
Tu mano, de tu rostro de tu boca de tus ojos,
me ha llevado a esto.
¿Acaso quiero yo salir?
¿Queremos? ¿Quieres?
¿No lo pararías ahora todo
inaugurando así la Eternidad?

Y en un instante puedes
lo que la suma de las inteligencias de los siglos
no consiguieron nunca.